miércoles, 1 de agosto de 2012

Telar de las palabras


Telar de las palabras

¿ Cómo reptó el idioma por la arena,
malherido y exhausto,
desértico, manchego, solito y solitario?
¿ cómo llegó a la lengua de los runas,
la Maya, los Aimara,
el Uro indescifrable del lago Titicaca?
¿ Era oro el sonido?
¿Lo contenía, como siempre el aire?
La vibración mujer, sustituyó a la Warmi
¿ cuándo, en qué suceder
el tatay pasó a Padre
y la Mamay a Madre?
¿ Era plata el sonido?
¿ En qué distancias cósmicas
cayó a las soledades el duro castellano
y fue un canto rodado
y fue un grito rodando
en las extremidades planetarias?
Se le quemó la Nao al hombre del idoma.
Cogió la hembra el hombre. La violó
por la sangre
y en el primer vagido mestizado
se le acabó el espacio.

El idioma fue un niño de dos sangres.

Gateó en la lengua
dificultosamente articulado,
se quedaba en las ramas de la música,
desafinó a la muerte,
sonó de un raro modo en lenguas leguas
y empezó a hervir de un fuego que no cesa
en la fermentación de la palabra.

Hay un idioma dentro del idioma
que hila el telar y que no tiene pausa.

Los telares del sol ( 1994) 
Edición póstuma, realizada por sus hijos

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